lunes, 12 de septiembre de 2011
Sentirte engañada.
Sentir que has sido una marioneta, que aún lo sigues siendo porque aquí estás, pensando en él, una vez más. Que lo has dado todo, tu sonrisa cansada después de un día duro, tu último suspiro antes de dormirte, tu risa, tus emociones, tus ilusiones y sueños. Que hiciste planes con él que él nunca escuchó, que hizo promesas que ni siquiera se estaba dando cuenta de lo que pronunciaba. Sentir que tú lloras y él no entiende esas lágrimas... ¿Qué se siente exactamente en ese momento? Algún poeta contestaría que se siente morir, y yo creo que es peor que eso...porque morir...¿qué te puede durar? ¿un minuto? ¿dos como mucho?...pero ese dolor...no sabes cuándo se va a ir, ni siquiera sabes si se va a ir...y tienes que seguir con tu vida, porque no se para nada, el tiempo no se detiene, tus tareas no se aplazan, tu vida sigue y tienes que seguir tú con ella...con ese corazón, que más que tuyo es de él, y él no se da cuenta... El amor es complicado, eso dicen, yo creo que nosotros lo complicamos...con lo bien que se siente cuando todo va bien...cuando miras a esa persona y sonríes, y te hace reír, y sientes esa complicidad...cuando te besa y sí que se para el tiempo, cuando te acaricia y tus cinco sentidos se concentran en el recorrido que va marcando...con lo bien que se está así...¿por qué nos empeñamos en estar de otra forma?...
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